Historia

Leyenda de Nuestra Señora de la Antigua

En la época medieval las narraciones de tipo religioso tuvieron gran importancia debido a la profunda religiosidad popular a la que contribuyeron los monasterios. En Arenzana se ubicaron tres monasterios, uno en el término de Santa Marina, otro en Santa Lucía (lugar que ocupan las escuelas) y un tercero en la calle Las Rejas (la cual debe su nombre a las bonitas rejas que lo adornaban), que seguramente contribuyeron a la difusión de esta leyenda y que posteriormente se materializó, por medio de la cofradía de la Virgen de la Antigua, (siglo XV) en el himno cantado en su honor.

Años antes del movimiento monacal, el sometimiento musulmán en la zona del Najerilla (siglo VIII) obligó a que muchos hispanocristianos huyeran llevando consigo sus pertenencias y símbolos religiosos, o los escondieran en cuevas y bosques a la espera de un pronto regreso... que duró demasiado (hasta el siglo X no se completó la reconquista).

La leyenda de Nuestra Señora de la Antigua cuenta la aparición de una talla de la Virgen entre las jurisdicciones de Arenzana de Abajo y Tricio en el término de Lisbona, en una fuente rodeada de árboles y arbustos. La imagen había sido escondida en tiempos de los musulmanes para evitar que fuese dañada por éstos. La noticia corrió rápidamente por los dos pueblos y una gran muchedumbre fue a postrarse a sus pies para honrarla.

Pero la disputa surgió, ya que ambas localidades querían poseer la imagen para adorarla. La multitud ofreció sus rezos a la imagen implorando una solución. El milagro sucedió cuando la imagen torció su cuello hacia Arenzana. Desde ese momento la Virgen pasó a ser venerada en Arenzana de Abajo con el título de Nuestra Señora de la Antigua.

Fuente dedicada a Ntra. Sra. de la Antigua

Personajes célebres de Arenzana de Abajo

Son hijos notables de la localidad Fernando de Tricio y Baños, obispo de Salamaca y de Orense y uno de los participantes en el Concilio de Trento; Fray Pedro de Arenzana, abad de Santa María la Real de Nájera en 1585; Fray Pedro Andrés de Arenzana, definidor general de la Orden benedictina en el siglo XVI: y Teodoro Fernández de Cenzano, militar destacado y brigadier de Caballería nacido en 1782.

Historia

El Fuero de Nájera, otorgado por el rey Sancho el Mayor en el año 1020, cita a Arenzana, sin especificar si se trata de la de Arriba o de la de Abajo.

Idéntica incógnita se repite en el documento de fundación de tres mayorazgos que Pedro Velasco, Conde de Haro, hizo en 1458 para sus tres hijos, incluyendo en l dote del menor el pueblo de Arenzana. Puede estimarse, sin embargo, que se trataba en este caso de la villa de Abajo, puesto  que la de Arriba pertenecía a los monasterios de Nájera y de San Millán.

Llegó a contar – según el censo realizado en el siglo XVI por la Corona de Castilla- con 250 vecinos; esto es, unos 1.250 habitantes.

El “Diccionario de la España dividida por provincias” editado en 1789, reseñaba a Arenzana de Abajo como “Villa Real”. Formó parte de la provincia de Burgos hasta la creación de la de Logroño por Real Decreto de 30 de Noviembre de 1833.